Serie “VACÍOS”


18 de noviembre 2021 - 15 de enero 2022

De una alusión directa a símbolos y signos de ciudad (culatas, fachadas, terrazas y arcos que insinúan montañas), Mejía pasa a proponer composiciones sugeridas por la sensación de vacío que, en primera instancia, aluden al suicidio: personas que se lanzan por un balcón producto de una depresión. En segunda instancia, se refieren a la desaparición de un ser querido. Esta sensación se traduce en formas no figurativas, en planimetrías vistas en altura como único horizonte de un “No futuro” para quien ya va camino al vacío-ausencia.

Una vez la sensación detona la manera de hacer, el proceso pictórico se libera, se emancipa para devenir pintura concreta, es decir, una pintura que existe porque sí, porque es real en sí misma, así de simple. En adelante solo será el sustento de la forma, será color, pura composición y a veces también será textura táctil.

En algunas pinturas, la superficie colorida de las formas geométricas es atravesada por delgadas líneas cromáticas que vibran sobre la pureza del color dominante. En otras, el formato cuadrado somete su pintura al sistema del color que, a la manera de una balanza, equilibra formas geométricas básicas que gravitan en la planitud del espacio cuadrado.

En ocasiones, Yairo se dedica a la producción escultórica en metal pintado, presentándonos volúmenes inclinados que aluden a torres de edificios que amenazan con volcarse desafiando la ley de gravedad. Estos volúmenes son detonados por la idea referida a la “quiebra del capitalismo rampante”. Es una serie de refinada factura, diseño estructural en correspondencia directa con las formas compositivas y tratamiento del color, esto es, los armazones que sostienen los volúmenes van más allá de su función para constituirse, además, en parte fundamental de la obra, lo que confirma su madurez artística.

Artista: Yairo Mejía
Curaduría: Armando Montoya

Catálogo

 Material Adicional

Notas de prensa

De la abstracción concreta al concepto de “vacío”

Por Úrsula Ochoa

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Vacíos, el arte del silencio